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Aquel Madrid de las “movidas”.

Hola a todos, la semana pasada no escribí ningún post, porque el libro que leí: Madrid de Andrés Trapiello, me parecía muy difícil de reseñar, a medio camino entre las memorias y un libro sobre la ciudad. Pero como me gustó muchísimo la manera de escribir de este madrileño nacido en León, busqué una novela del autor que se menciona en su obra sobre mi ciudad: La malandanza. Me puse a buscarla pero me fue imposible, está descatalogado y tampoco está disponible en libro electrónico. Pero como hay que tener amigos hasta en el infierno, que dice el refrán, recurrí a uno de los buenos y que mirad por donde es un fiel, por no decir compulsivo lector de Trapiello, así que se la pedí y como no me la prestó no sin advertirme en un tono entre castizo y amenazante: ¡con vuelta eh! Así que os hablaré de: La malandanza.

Madrid, una noche de verano de 1978, como prácticamente todas, dos cuarentones: Melero y Varilla vagabundean borrachos por las calles del centro de un garito a otro y de un local de alterne al siguiente. En una de esas calles oscuras y sucias están a punto de recibir una paliza por un grupo de ultraderechistas dirigidos por una hermosa mujer. Ese altercado estará presente en sus vidas durante muchos meses hasta que consigan pasar página.

Lo primero que me gustaría destacar de esta novela es su calidad literaria y es que Andrés Trapiello escribe muy bien, yo había leído antes bastantes artículos suyos y Las armas y las letras, pero tenía curiosidad de ver como el autor se manejaba con la ficción. Y  el resultado me ha parecido excepcional, tanto que en algunos momentos la trama para mí ha  pasado a un segundo plano, me interesaba casi más como nos cuenta la historia que ésta en sí. Realmente he pasado momentos muy placenteros por la calidad de la prosa que me ha hecho paladear cada palabra como si fuese un buen vino.

Los personajes principales, Varilla y Melero, están magníficamente creados. El uno es parte del otro y viceversa, por poner un ejemplo el sueño de hacer una película pasa de ser la obsesión de uno para convertirse en la meta del otro. Son amigos desde que pueden recordar, de esos que se pueden distanciar pero que siempre saben que pueden recurrir al otro. Melero y Varilla son dos buenos tipos con malos hábitos, una especie de personajes quijotescos, unas veces Sancho y otras Don Alonso, que se beben la vida en el Madrid noctámbulo y canalla que describió Valle Inclán en Luces de Bohemia. Sin lugar a dudas dos personajes interesantísimos.

En mi opinión La malandanza, que se publicó en 1996, es un magnifico estudio de la sociedad española de la, hoy cuestionada, Transición. Creo que a través de los personajes secundarios Trapiello saca una magnifica fotografía. Para empezar el paisaje de ese centro de Madrid, degradado, oscuro y aún más sucio que el de hoy, una ciudad o mejor dicho, un país que necesitaba una limpieza a fondo. Continúa con el paisanaje, que dijo un Rector de Salamanca, yo los dividiría en tres grandes grupos: los que están, los que van a estar y los que permanecerán. Los primeros son Bego, Charly y sus adláteres, aquellos que como ponía en las monedas mandaban “por la “Gracia de Dios” y que no estaban dispuestos a abandonar su privilegiada y sacrosanta posición. Los segundos son Luis, Pura y en menor medida Esther, representan a aquellos que se sienten con la legitimación de tomar las riendas por el mero hecho de sentirse con derecho a ello. Al tercer grupo pertenecen, por supuesto los protagonistas, pero también Ahmed, el Chupa o Vicky y las otras chicas de alterne. Esos son los que saben que siempre seguirán ahí, los que no dudan que si no se cuidan ellos mismos nadie les cuidará, en definitiva: los españolitos de a pié. Lo triste, es que hoy después de que se publicara la novela esos tres grupos siguen siendo los mismos.

Si tenéis la suerte de que  alguien os la preste, el poderío para pagar los precios exorbitantes que se piden por ella en internet, una biblioteca pública cerca o la fortuna de encontrar un ejemplar en la Cuesta de Moyano, esperad unas semanas a ver si la consigo yo. Os recomiendo su lectura, os gustará, estoy seguro. La malandanza es una novela más callejera que urbana, más gris que negra, más de forma que de fondo, más amarga que dura… Muy pocos libros han retratado mejor la trastienda de la Gran Vía de mi niñez. Pero sobre todo leedla porque es una autentica joya.

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