Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Brillante y sombría.

Hola, os informo de algo que os tendrá sin dormir: Irlanda ha ganado el VI Naciones, aunque se ha ido desinflando y ha llegado muy justita. Francia por el contrario ha acabado muy fuerte. A finales de verano es el Mundial así que atentos a los del trébol y a les bleus, pueden dar la sorpresa. No, no estáis en la revista  22  y que el rugby no interesa a la mayoría; aquí se habla de libros. El de esta semana es: El mar de John Banville.

Cuando después de un año de sufrimiento Anna es derrotada por la enfermedad, su marido Max se siente vacío y desubicado. Max Morden, que es historiador del arte con una obra tan abandonada como su propia vida. Max decide refugiarse en la misma casa de Ballyless, el pequeño pueblo costero irlandés en el que veraneaba de niño. Allí reflexionará sobre todo aquello que ha marcado su forma de ser, de existir.

Antes de empezar con el rollito me gustaría hacer un par de precisiones. La primera es que uno es muy de John Banville ya firme con su nombre real o con el pseudónimo Bejamin Black, que suele usar en sus libros de intriga; apelo a los miembros de la Academia Sueca que si ya han solventado sus escándalos sexuales y ya han dado bastantes premios abracadabrantes, consideren a John Banville para el Nobel -si les interesa que vuelva a tener un mínimo de prestigio-. La otra es que por lo general aquí suelo hablar de literatura de evasión: novela negra, histórica etc.… Esta vez no, porque El mar es una novela de otro tipo, de esas que hay que tomarse tiempo y de las que se deben leer, si no en silencio, al menos con tranquilidad.


El mar, os habla alguien nacido en un lugar en «no se puede concebir» o al menos eso dice la canción, es algo tan inquietante como hermoso y esto es exactamente lo que me ha parecido este libro. En El mar, John Banville hace una exhibición apabullante de su arte. La manera de escribir y de describir del autor irlandés, va mucho más allá de la de un autor que domina la técnica y las palabras. Si el arte es una presencia recurrente durante toda la lectura, no en vano es a lo que se dedica el protagonista. Poco a poco, según vamos avanzando en la lectura, apreciamos la maestría de Banville. Sus diálogos son de trazo firme pero refinado, sus descripciones minuciosas y puntillistas. Descubrimos frases y palabras que nos apetece volver a leer, igual que cuando contemplamos una obra maestra de la pintura una y otra vez miramos algunos detalles que nos atrapan. Y es que ni más ni menos, según mi humilde entender, nos encontramos frente a una auténtica obra de arte.

Ya os he dado el porqué de la primera palabra del título de este post: brillante. Vayamos pues con la segunda: sombría. El libro es un viaje narrado por Max en primera persona a dos de los momentos más trágicos de su vida. Uno, por supuesto la enfermedad y la pérdida de Anna, el otro transcurre cuando tiene ocho o diez años en uno de aquellos veranos que pasaba en Ballyless. Toda la obra es un ejercicio de introspección de Max, en el que nos narra en primera persona como era su familia, con sus veranos en la costa, como descubrió el amor, el desamor, el sexo, la amistad, el deseo, el dolor, la felicidad….Me ha parecido interesantísima la capacidad que tiene el protagonista para no juzgar a todas las personas que de un modo u otro han influido, o tal vez marcado, su existencia. Max es un notario más que un juez, se limita a contarnos lo que le ha pasado y con quien le ha pasado. En El mar, apenas hay sitio para la ira o los reproches, sólo para la exposición de unos hechos que  ocurrieron hace unos meses o muchas décadas antes y han sumido al bueno de Max Morden, en una etapa sombría, casi oscura. El guiño del autor a su alter ego escritor de novelas de intriga, cuando descubrimos quien es la Señorita V, es excelente.

Antes de terminar me reafirmo en lo obvio: esta no es una obra para todas las estaciones. NO es fácil de leer tiene un “tempo” de lectura, que dicen los cuquis, muy lento y quizá a alguno se os pueda atragantar. Mi consejo es que si sentís que El mar está muy frio volváis a la arena y si creéis que después de la primera impresión vais a disfrutar sigáis nadando. Las dos opciones son acertadas.

Ahora sí que acabo, explicando que es para mí el Arte; pues algo que he visto, oído o leído y que de vez en cuando siento la necesidad de volver a ver, oír o leer.

Como este post es de uno de mis autores favoritos, la canción también lo es y además viene a cuento: Hoy la vi, interpretada por  de Los Secretos.

Como veo que después de más de trece meses persiste, lo escribiré en ruso, según el traductor de Google, que fíese usted a, pero…

¡¡¡ Г-Н ПУТИН, ОСТАНОВИТЕ ВОЙНУ СЕЙЧАС!!!

P.S. Lamentablemente no leo en inglés. Así que, si en no pocos momentos me he emocionado leyendo este libro debo agradecer el impecable trabajo de su traductor: Damián Alou. GRACIAS.

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *