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El catón se va a Japón.

Después de cerca de cuatro años de “silencio”, hace unos meses ha vuelto a publicar Matilde Asensi. Así que el libro de esta semana, no es ni más ni menos que el esperado, al menos por mí, Sakura. Una novela amena que nos llevará a Japón y que gira en torno al genial pintor Vincent Van Gogh.

Cuando en los primeros años noventa el millonario japonés Ryoei Saito adquirió, por algo más de ochenta millones de dólares norteamericanos, la obra del maestro holandés “El retrato del doctor Gachet”, nadie pensaba que por una disputa con el fisco nipón, Saito nos privaría a todos de ver nunca más este cuadro. Esta rocambolesca historia, absolutamente real, sirve a la escritora alicantina como punto de partida a la novela. Como no pocas de las  suyas, llena de aventuras, enigmas y pruebas que deberán superar los protagonistas.

Una peculiar familia japonesa, los Koga, decide contratar a un grupo de occidentales que emprenda la búsqueda de “El retrato del doctor Gachet”. Algunos como Gabriela, Hubert u Oliver están ligados al mundo del arte y otras como Odette o Morris no tienen nada que ver con este. Los cinco serán guiados por Ichiro, uno de los miembros de la familia Koga, en la búsqueda de la obra del Maestro holandés.

La novela está, como todas las de Matilde Asensi bien documentada. Me ha parecido muy instructiva toda la información que la autora nos da sobre el Ukiyo-e, su técnicas, sus autores y la relación de Van Gogh con el arte del grabado japonés. El libro tiene buen ritmo narrativo y nos plantea diversas pruebas, tal vez demasiada, que deben superar los personajes y en las que el lector, en cierto modo, también debe de ayudar a resolver. En definitiva, es una obra muy entretenida, se lee rápido, pese a que hay que estar atento.

La novela solamente tiene un problema y este no tiene otro nombre que: “El último catón”. Los paralelismos, para un lector de la mayoría de la obra de Asensí, esto es inevitable. Y por desgracia, “Sakura” no sale vencedor. El planteamiento de ambos es muy similar. Un grupo de personas debe de superar una serie de retos intelectuales y físicas. Las dos tienen un hilo conductor que es una obra de arte. En el catón es una obra literaria –“La Divina comedia” de Dante- y en “Sakura” un cuadro. En cuanto a los personajes, a mi me parece, que Ottavia, Farag y Kaspar son personajes mucho más potentes y con más matices que Gabriela, Hubert y los demás.

Pese a estos peros, estamos ante una buena novela, ideal para leer este verano…pero es que el catón es mucho catón. Sin ir más lejos es infinitamente superior a sus dos casi coetáneas “Ángeles y demonios” y “El Código Da Vinc”i del estadounidense Dan Brown, pero claro, como no hay “pelis”…

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