Pulsa «Intro» para saltar al contenido

El chino de las bolsas.

Hola a todos, esta semana me gustaría hablaros de “El lago sin nombre” de Diane Wei Liang, editado en castellano en 2004 por la Editorial Maeva. He buscado en la página web de la editorial, para poner el link y no lo he encontrado; aunque en las webs de grandes librerías y en las plataformas de distribución es fácil de encontrar. Así que si alguien se anima a leerlo, la relativa dificultad para buscarlo será compensada por el placer de  la leer esta obra.

Hoy, si en la misma frase decimos “chino” y “bolsa de plástico”, lo asociaremos a lo cinco céntimos que nos cobran en la tienda de los chinos de la esquina cuando bajamos a aprovisionarnos de refrescos, cervecita y todo tipo de picoteos necesarios para pasar una tarde de series o de partido. Pero la imagen que ilustra el post, la de ese joven chino con sus bolsas, parando una columna de carros de combate es una de las más poderosas que yo jamás haya visto. Pues bien “El lago sin nombre” se desarrolla en aquella primavera de 1989 que conmovió al mundo e hizo tambalearse al régimen comunista chino.

La autora fue una de aquellos estudiantes que se  lanzaron a las calles, ocuparon la gigantesca Plaza de Tiananmen, reclamando libertad, democracia y derechos humanos a su gobierno. Esa revuelta acabó con la entrada a sangre y fuego del Ejército Popular de Liberación – hay que reconocer que los regímenes totalitarios son imbatibles a la hora de poner nombres a sus aparatos represores-. Causando una masacre entre los manifestantes.

La protagonista es la propia autora. La novela es la historia de dos fracasos: el de el amor de Wei con Dong Yi, el otro es el de la revuelta estudiantil. A través de la familia de Wei conoceremos la demencia de la “Revolución Cultural” de los tiempos de Mao. La dureza de los campos de trabajo. La omnipresencia del Partido Comunista Chino en la vida de los ciudadanos. El Partido determina donde vives, le tienes que pedir permiso para casarte, fija la edad para mantener relaciones sexuales, si puedes viajar o no controla TODO.

Diane Wei Ling, también nos muestra cómo era la vida privada de los ciudadanos chinos durante  más de treinta años. La autora pertenece a esa privilegiada minoría que tiene estudios universitarios. Una elite intelectual en la que el Estado invierte tiempo y recursos y cuya única meta es salir de China para hacer sus estudios de posgrado y posteriormente trabajar en Occidente. La presión del gobierno y su obstinación por someter a todos es tal que hace que los intelectuales o científicos solo piense en salir. Este es el caso de Wei, ella irá a los Estados Unidos poco después de los sucesos de Tiananmen y volverá a su país siete años después a impartir un curso, irónico ¿no?.

L autora nos narrará también su historia de amor imposible con Dong Yi, otro estudiante. Uun amor imposible que marcará a los dos personajes. Ambos con unos matrimonios que no terminan de hacerles felices. Además Wei pasará por una tormentosa relación con un futuro diplomático que la perturbará durante muchos años.

Un libro duro, triste y desgarrado, de esos que tienes que parar a coger aire. Pero lleno de ternura, fidelidad, heroísmo y amor. Es una novela que en este año que se conmemora el trigésimo aniversario de aquellos hechos, es muy necesario leer. Ya por que seamos ignorantes de auella matanza, amnésicos voluntarios o compradores de camisetas con rostros “populares”.

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *