Hola a todos, después de intentar explicaros como funciona una melé, esta semana nos toca el juego de la línea de tres cuartos… No huyáis que es una broma. Esta vez os voy a hablar de: La maniobra de la tortuga, de Benito Olmo. Una novela negra que tiene una peculiaridad que la convierte casi en rareza, se desarrolla en el sur, concretamente en Cádiz.
Esta es la historia de dos personas que parecen que no tienen futuro, están marcadas por un pasado, que difícilmente pueden soportar. Manuel es un hombre grande, de casi dos metros, que pudo ser un gran policía; Cristina es una mujer menuda, que pudo tener una buena vida. Él “desterrado” de Madrid, ella “refugiada” desde Granada, son dos desconocidos que viven en Cádiz hasta que el terror y el tormento hagan que se conozcan.
Antes de nada os advertiré que esta es una novela muy dura de leer y no solo por el tema: la violencia contra las mujeres, si no por cómo logra Benito Olmo ahondar en esa terrible lacra. Por un lado está Cristina: quien la ha sufrido en su propio cuerpo y su alma. Manuel en cambio la ha padecido a través del sufrimiento causado a su hija. Este doble enfoque, el de la victima directa y la que podríamos llamar victima “indirecta”, me ha parecido muy interesante, alejada de lo que estamos hartos de oír a politicuchos de tres al cuarto y a periodistas de medio pelo. Esa es para mí una de las grandes virtudes de La maniobra de la tortuga: que pisa calle y sufre palizas, en lugar de pisar moqueta y perpetrar titulares.
Hacia muchos libros -es que uno lee cada cosa…- que no me encontraba con dos personajes tan reales, que trasmitieran tan crudamente sus sentimientos. Si, ya sé que es mucho más fácil hacer llorar que hacer reír, pero este no es el caso. Porque los dos personajes principales creados por Olmo consiguen que el lector, por momentos respire, sude llore o padezca el mismo dolor que ellos. En algunos párrafos llegamos a sentir el terror que padece Cristina o el dolor de Manuel cuando su pasado vuelve para atormentarle. También me ha parecido muy interesante el modo delicado, casi conmovedor, en el que la auxiliar de enfermería y el policía, pleno de dudas, de torpezas y de miedos, únicamente son capaces de superarlos por la necesidad de ambos de tener una segunda oportunidad ¿o una tercera?
En líneas generales creo que La maniobra de la tortuga es un noir canónico, al que no le falta una trama policiaca bien construida –aunque alguna pequeña trampa se nos hace-, un punto de crítica social, derrotados por la vida que tratan de redimirse, poderosos dispuestos a comprar a policías y una ciudad áspera. El autor se ciñe al canon tanto en la ambientación como en el estilo que es directo de frase corta y de imágenes impactantes. Benito Olmo no es ni Dashiell Hammett ni Jim Thompson, pero es indudable que ha escrito una novela de apreciable calidad y muy por encima de algunos de los autores actuales que son súper ventas en el género.
Como he comentado un poco más arriba la acción transcurre en una ciudad áspera. Sobre esto querría destacar un par de cosas. Una, lo infrecuente de que las novelas negras actuales se desarrollen en ciudades del norte, más oscuras y lluviosas, en España, por citar a bote pronto: Vitoria – Eva García Sáenz de Urturi- , Navarra –Dolores Redondo- o Vigo –del por mi añorado Domingo Villar- y es que para la novela negra, como dijo Serrat: “El sur también existe”. La otra es la poca condescendencia con la que el autor trata a su ciudad natal, Olmo en este libro nos muestra la cara B de Cádiz, alejada de la Tacita de plata, de “Las Habaneras” que cantó Carlos Cano y del carnavaleo y es que para retratar a tu ciudad fielmente hay que habérsela “trabajado”, o como dijo Don Juan Tenorio: (…) a las cabañas bajé, yo a los palacios subí (…). Sin duda Benito Olmo lo ha hecho.
Por cierto, hay peli y la he visto. Aun asumiendo la poda, en algunos momentos diría que mutilación, que hay que hacer para llevar al cine una obra literaria. Pienso que la “peli” a duras penas es algo más que aseadita. Salvo la interpretación de Natalia de Molina, que abusa bastante de su gestualidad, el resto no está a la altura del libro.
En definitiva un libro bien escrito y que rasca en algunos pasajes, que merece la pena leerse. Una novela sin fantasías ni paños calientes que va directa al hígado y que por momentos corta la respiración sin necesidad de efectismos lacrimógenos., Que cuenta y como lo cuenta es suficiente para acercarse a ella.
SEÑOR PUTIN, ¿CUANTOS CEMENTERIOS MAS QUIERE INAUGURAR?
Como no podía ser de otro modo la canción de esta novela es Cai, os dejo la versión interpretada por Alejandro Sanz y Niña Pastori, aunque las madrugás del Cai de Olmo son algo más “chungas” que las del músico criado en Moratalaz.
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