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En tierra extraña.

 

El quinto libro de María Dueñas Las hijas del Capitán nos cuenta las venturas y desventuras de las hermanas arenas en la Nueva York de la mitad de los años 30. Es una historia de la inmigración  española en la “Gran Manzana”, pero de la inmigración económica previa a nuestra última guerra “incivil”.

 

  • Las hermanas Arenas – Mona, Luz y Victoria -, llegan a Nueva York con su madre Remedios, gracias a unos pasajes que el padre consigue a base de ahorrar cuatro perras y de endeudarse. Emilio regenta una casa de comidas – -El capitán- que apenas da para ir tirando y que gracias a la ayuda de otros emigrados y vivir de fiado se mantiene en pié. Emilio piensa que con la ayuda de su esposa y las chicas puede remontar y hacerse un hueco dentro de la fuertemente conexionada colonia española. Hasta que un accidente hace que esos planes se vayan al traste. Aquí empieza la historia de las tres hermanas Arenas.

 

El libro está muy bien documentado, la autora recrea magníficamente el universo de la emigración española, sus costumbres, sus u vida cotidiana, sus dificultades de adaptación a un mundo urbano que les es desconocido cuando no hostil. Dueñas igualmente nos muestra un catalogo de personajes que va des desde un triunfador como Xavier Cugat hasta esos anónimos estibadores o costureras. Aparece una monja que ayuda a los más  apaleados por la vida, pero también un indolente ex Príncipe de Asturias en el exilio del Waldorf Astoria y los dry Martini.

 

Todo eso está muy bien, pero ¿qué pasa con las hijas de capitán, que pasa con su historia? Pues vamos con ellas y sus andanzas por la capital del mundo. Las hijas del Capitán en realidad son las hijas de la altivez que da la ignorancia cada una es un estereotipo de manual. Una acomodaticia y pacata, otra soñadora e inconsciente y la tercera una superviviente. Pero nada más todo muy previsible. Parece que la autora dejo su buena capacidad para crear personajes en los secundarios que tan magníficamente crea: el bolitero, el tabaquero, la vecina gallega,  el matrimonio de la lavandería o el chico de la funeraria… Todos ellos tienen matices,  todos hacen el libro. Pero las hermanas Arenas, son personajes planos, de los que el libro pasa por ellos. Como ocurre en la vida real, hay gente que pasa por la vida y otras que la vida pasa por ellas.

 

La historia como decía mi padre: es “una de pobres para pobres”. Me explico, unas pobres muchachas desheredadas de la fortuna que sobreviven a un mundo que se ceba con ellas y que vaya usted a saber quiere destruirlas moral, económica y físicamente. Para ello la autora recurre a… unos “malos” de manual: el caza talentos abusador, el abogado o sin escrúpulos, la tía del médico- esta además de mala cleptómana, por si quedan dudas de su maldad- unos personajes de trazo grueso, de brocha gorda si se comparan con el virtuosismo con el que la autora crea a los “buenos”. La novela empica lenta y evoluciona hacia la una quietud exasperante.

 

No tengo nada en contra de los libros “gordos” pero en este caso las más de seiscientas páginas nos las cantaron en menos de cuatro minutos “Los rebeldes” de Carlos Segarra (Un español en Nueva York) o Concha Piquer- la de los baúles, si- cantando la copla del maestro Penella que da titulo a este post. Por cierto las dos en menos de cuatro minutos.

 

 

Supongo que estaréis pensando, si es que no habéis dejado de leer. A este tío no le gusta el libro, no le interesa la historia y seguro que la autora le cae fatal. Pues No, la historia de fondo me parece original –siempre pensé que a Nueva York solo emigraban los irlandeses y los italianos-. Manhattan y el libro “saben” a paella y “huelen” a cocido y eso que parece inconcebible es mérito de María y el lector se lo creé, por lo menos yo. Hay secundarios que nada tienen que envidiar a esa joya que es “la matuera” del Tiempo entre costuras. Creo que la autora nos debe un ensayo sobre  aquellos españoles en aquel NYC y con el trabajo de investigación ya lo tiene casi hecho. Acabo este contradictorio post diciendo que el libro está bien, pero que de una gran autora siempre esperamos una obra maestra y eso no es del todo justo. Mejor dicho es egoísta e injusto por parte de nosotros los lectores.

 

Un comentario

  1. Carlos Rosa Carlos Rosa 22 julio, 2018

    Maravilloso,como siempre,analisis del libro.A mi qye no lo he leido aun me despierta un gran interes la obra pues refleja como bien dices una emigracion hacia NYC muy desconocida como fue la espaňola.Y mas en una epoca,antes de la Guerra de Liberacion,en la que la emigracion.miraba hacia sudamerica.
    Reflejas muy bien el estigma de los personajes y,repito,de verdad hace que sea una obra que quiero leer ya.Enhorabuena Enrique.Y ademas volvere a escuchar el clasico de los Rebeldes.

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