Desde pequeño me han dicho cientos de veces que había que ser ordenado, pero por lo que se ve ese concepto y alguno más, no han calado del todo en mí. Esto viene a cuento del libro, mejor dicho de los libros de esta semana. Empecé a leer una novela de Leandro Pérez titulada: La sirena de Gibraltar -2017- y cuando llevaba unas cien páginas me di cuenta de que en el libro lo principal no era la historia si no su protagonista, Juan Torca. La trama, que está muy bien, es secundaria, el que manda es Torca. Me puse a husmear en internet y como me imaginaba, tampoco hay que ser Premio Nobel, y vi que Leandro Pérez había escrito otra novela protagonizada por Torca: Las cuatro torres -2014-. Así que no me quedó más remedio que organizarme. Vamos, que me leí ambas y sin que sirva de precedente, cronológica y organizadamente.
Las cuatro torres, un libro “futbolero”. En el Real Madrid de Mourinho -2011-, hay un topo en el vestuario esta filtrando trapos sucios a la prensa. Javier Marsé un “compadre” de Juan Torca le encargará descubrirlo. Un asunto relativamente fácil, pero se irá complicando poco a poco, hasta que se convierte en la lucha de los poderosos para controlar la entidad de la Avenida de Concha Espina. Por la historia van pasando personajes reales como Florentino Pérez, Mendess, Casillas, Cristiano, ¡hasta Kaká! Pero los más inquietantes son los de ficción. Gente del mundo de la empresa, compañías de investigación que son cualquier cosa menos ejemplares, inversores extranjeros, periodistas…. O sea todo lo que rodea un negocio que un día fue un deporte llamado futbol. Un libro todo terreno, como su protagonista. Gustará a amantes del futbol pero también a los de la intriga. Gustará a madridistas y anti madridistas. Pero en cualquier caso un libro que entretiene y un personaje que atrapa s al lector.
En La sirena de Gibraltar nos volvemos a encontrar con Torca. Han pasado dos años de su primera novela y se verá envuelto en el asesinato de una joven que aparece sumergido en el rio Manzanares con sus pies en un bloque de hormigón. Es una novela en que nadie es lo que parece y en la que todo tiene mil matices. En esta obra aparecerán mas “compadres”, en especial Luisito y Jandro. Conoceremos bastante a fondo la relación de Juan con su hijo Rodrigo, un policía de veintitantos. Sus relaciones Juan con las mujeres y como en la primera novela bucearemos en su oscuro pasado. En mi opinión esta novela es de un corte más clásico, mas canónica por así decirlo, pero con una trama muy bien armada. Con la venganza, el amor y la lealtad siempre presentes. Leandro Pérez continúa ampliando el universo de Juan Torca y nos deja con ganas de más.
Pero vamos con Torca. ¿Como aparece en nuestra vida? ¿Cuál es su pasado? ¿Cómo se relaciona con los demás? En definitiva, ¿de qué vas Juan? Esas respuestas nos la va dando el autor en pequeñas dosis unas de un modo explicito otras las tendremos que trabajar los lectores. Fue militar en todo tipo de operaciones especiales tras las líneas enemigas, en misiones en el exterior o en la guerra sucia. Luego se pasó al “sector privado” haciendo toda clase de trabajos, los de campo cono mercenario y los de despacho. Juan tiene 51 bastante bien llevado, un hijo policía y miles de cicatrices, algunas son costurones o tiros mal curados. Otras en el alma como la perdida de Raquel su esposa o la enigmática historia con Nadia. Su relación con Nerea, mucho más joven que él, es algo que en cierto modo le descoloca. En la primera novela ella le recoge como quien lo hace con un animal abandonado, cuando Juan simplemente “flota” en la vida. Esta relación tiene sus altibajos pero, me da a mí que va a tener aún mucho recorrido, ¿verdad Leandro?
Juan Torca va adaptándose a la vida “civil” poco a poco, sin desligarse del todo de su mundillo. Está en plena fase de reconversión de un tipo de acción, sujeto a muy escasa reglas, para convertirse en una suerte de “FreeLance” de la investigación privada. A lo que no está dispuesto a renunciar es a sus antiguos compañeros de armas: “los compadres”. Unos serán sus amigos como Luis, Marsé o Jandro. Con otros como Kraus o Hernández, aún en activo en y el lado oscuro, no le une la amistad, pero con ellos existe el respeto de los que han puesto su vida en las manos de un hermano de sangre. También es curiosa la relación entre padre e hijo que va evolucionado del rechazo por lo que Juan fue a la recriminación por la ausencia cuando era un niño.
Acabo con dos reflexiones que poco tiene que ver con las obras de Pérez, pero que me han hecho volver la vista atrás:
La primera de índole futbolera, la figura de Juan Gómez ”Juanito” planea sobre ambos libros. Yo me hice socio del Real Madrid en diciembre del 88. Juan ya había salido del equipo, por tanto nunca lo vi jugar siendo socio. Pero si lo vi con 16 o 17 años en aquellas míticas Copas de la UEFA, en la que por 500 “pelas” te comprabas una entrada en el gallinero –tercer anfiteatro- y siempre y cuando fueses capaz de aguantar a pié derecho el partido más las dos horas y media de antes para poder coger sitio y sufrir y gozar con el Madrid. ¿Os acordáis chicos?
La otra es la Gran Vía, Torca vive en ella. Yo he vivido muy cerca, a cinco minutos andando. Las novelas me han recordado que mucha parte de mi vida ha transcurrido por ella. Pero por la antigua, no por esta: “más amable y más humana”. Esta Gran Vía de la que me he auto expatriado, precisamente por borrar mis recuerdos. Me acuerdo de ir con mi padre a cortarme el pelo en la peluquería el “tío” Valentín que estaba en el Hotel Rex –ya ninguno de los tres está aquí-. Menos mal que Jesús sigue en la brecha o el la tijera, y además no lejos de donde estaba el Rex. Recuerdo subir con mi madre al Mercado de los Mostenses y bajar con montones de bolsas de la compra. Recuerdo ir a la óptica a ver Carlos –otro que tampoco está- casi enfrente de Chicote. Recuerdo miles de viajes en el 46 y el 75 para ir al cine Avenida y al Imperial o a Discopley a comprar LP´s de Leño –otros tres que ya no están-. Recuerdo…
Leed a Leandro Pérez, no os defraudará, SEGURO. En las notas después del epílogo de la primera novela el autor su pregunta si Juan Torca “tendrá cuerda para protagonizar 7 novelas. Yo digo a Leandro Pérez: «y 9 para rendir homenaje a Don Alfredo».
Me han encantado esos recuerdos que tienes sobre la Gran Vía y es muy bonito que un libro tenga esa capacidad y ese poder de hacernos recordar tiempos seguramente mejores.
Real Madrid, intriga la Gran Vía….. No puede ser más interesante. Quizás los discos de Leño lo sean….. O no.
Gracias Carlos, igual me he puesto un poco nostálgico, pero a veces acordarnos del pasado no nos ayuda a entendernos. La verdad no sé porque esa imágenes de los ochenta y noventa han acudido a mi cabeza, si las noveles se desarrollan en esta década. Pero, a mi me ha gustado recordar.
Gracias de nuevo.