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Revolucionario por aburrimiento.

Diciembre ha llegado y lo ha hecho con todos los extras: el puente de la Constitución y la Inmaculada, esos días de lluvia que hacen que los que vivimos en ciudades añoremos las chimeneas. Así que a los que no nos hemos escapado unos días y no tenemos chimenea siempre nos quedará el chocolate calentito, el sofá y la novela, que tampoco es un mal plan. Entre chaparrón y chaparrón me ha dado tiempo a leer 1985 de Anthony Brugess que me ha parecido un tanto complicada  por no decir rarita. La otra,  de la que os voy a hablar es: Revolución: de Arturo Pérez-Reverte.

Martín Garret es un jovencísimo ingeniero de minas español que trabaja en una compañía hispano mexicana. Cuando una tarde desde la habitación de su hotel en Ciudad Juárez atraído por los disparos baja a la calle para ver que ocurre su vida cambiará. Se verá inmerso en un asalto a un banco y de ahí a enrolarse como dinamitero en las fuerzas revolucionarias de Pancho Villa. En esa inestable situación Martín conocerá la victoria y la derrota, a amigos y enemigos a hombres y a mujeres, viviendo una peripecia vital que jamás imaginó.

Pérez-Reverte nos da un paseo por la Revolución mexicana y lo hace con la soltura que le caracteriza. Esta es una novela magníficamente ambientada, de modo que en no pocas ocasiones en lugar de lectores nos lleguemos a sentir espectadores; a ello sin duda contribuye el manejo del habla mexicana que exhibe el autor, todo un alarde por su parte. En el viaje que emprendí junto a Martín conocí  personajes históricos de los que apenas me sonaba su nombre: Villa, Madero…, la brutalidad de una guerra, me ha recordado a la de nuestras carlistadas, en la que caer prisionero es algo poco menos que milagroso y es que el paredón es mucho menos engorroso. También me sorprendió ese curioso “ejercito” que acompañaba a las columnas villistas compuesto por mujeres tan duras como abnegadas que seguían a las tropas para procurarles sustento material y moral. Sinceramente es esta faceta “didáctica” la que más me ha interesado de Revolución.

No sé si es que llevo mucho tiempo esperando que el autor nos regale un libro del nivel de El puente de los asesinos, pero los últimos libros del cartagenero no cubren mis expectativas. Insisto, no sé si es que Pérez-Reverte no da con la clave o es que yo no las he sabido apreciar. Ni la trilogía de Falcó, ni Sidi, ni Línea de fuego, ni El italiano y tampoco Revolución. Ha alcanzado su mejor nivel. Todos estos libros me han entretenido, pero ninguno me ha parecido redondo.

En los libros que he citado en el párrafo anterior hay capítulos de combates brillantemente narrado, en este tiros se pegan unos cuantos. Pero me parece que la experiencia como corresponsal de guerra y el dominio de la técnica narrativa del Académico no son suficientes. Tengo la sensación de que hace años llevo leyendo los mismos capítulos ya sea en la Guerra Civil Española, en la Reconquista o en la Revolución mexicana. No veo la necesidad de que un autor, como es el caso, de calidad y con grandes éxitos de ventas, publique desde hace siete años una obra anualmente.

La historia de Martín, como el mismo personaje quedan sin definir. No sabes porque el libro acaba en el momento en que lo hace y no cincuenta páginas antes o porque no hay cien páginas más. Si el joven ingeniero ni es un soldado, ni revolucionario, ni tan siquiera un aventurero: ¿a santo de que se mete en un fregado que le puede llevar a la muerte? Los personajes masculinos son de catón, gente echada palante, de gatillo fácil pero que en contadas ocasiones demuestran que tienen su corazoncito. Los personajes femeninos son igualmente arquetípicos: la norteamericana independiente, la rica mestiza sumisa y aferrada a convenciones y la mujer del pueblo callada y abnegada y con el instinto que caracteriza a los que sobreviven. Creo que los personajes no están rematados, que realmente no sabemos los motivos que les llevan a tomar decisiones que pueden marcar sus vidas si es que son capaces de conservarlas en medio de una vorágine en la que la muerte les acecha constantemente.

Revolución me ha parecido un libro entretenido y de fácil lectura y en el que se aprecia el sello de la casa. Pero es de esos que se ponen en las mejores estanterías de las librerías porque se venden solos. Habrá que seguir a esperando para que Pérez-Reverte nos sorprenda comuna gran novela. Yo me considero un tipo paciente, no sé vosotros.

¡¡¡SEÑOR PUTIN, RETIRE LAS TROPAS YA, DETENGA ESTA LOCURA ASESINA!!!

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