Después de bastantes post, la mayoría sobre novela policiaca, histórica y algún que otra obra de no ficción, esta semana debuta el género de “humor”. Se trata de: El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea de Romain Puértolas. Un libro corto, de unas doscientas cincuenta páginas y con un título tan largo como curioso. Leí la nota de contracubierta y me pareció atractivo, una especie de “Sin noticias de Gurb” del siglo XXI -el libro se publicó en 2014- . Así que me puse a ello.
Puértolas nos narra las andanzas de Dhjamal, un faquir que vuela desde el Rajasthan hasta París con la única misión de comprar una cama de clavos en una de las tiendas de la firma sueca. Con este delirante punto de partida viviremos con él aventuras demenciales por infinidad de escenarios tanto en Europa como en África. A través de sus andanzas conocerá desde hoteles de lujo hasta el drama de la inmigración clandestina.
Dhjamal es básicamente un pícaro, e es un impostor que consigue que sus conciudadanos s le paguen el viaje. Un estafador de poca monta que siempre ha mirado por sí mismo y que va tirando a base de pequeños trucos y engaños. El tipo poco a poco irá evolucionando. Conocerá el amor, se reinventará profesionalmente e incluso llegará a ayudar a algunas personas. Por el libro pasan otros personajes aunque prácticamente todos aparecen muy a la sombra del falso faquir, incluida la actriz francesa Sophie Marceau a la que el autor da un papel en el “reparto”.
La parte humorística está bastante bien, es ágil y algunas de las situaciones en las que se ve envuelto Dhjamal son francamente graciosas, sin ir más lejos la que da título a la obra. Son en la mayoría de los casos absurdas, pero bien narradas y en general son capaces de hacernos sonreír y algunas consiguen directamente reír. Pero en mi opinión no es comparable con la calidad y la hilaridad del extraterrestre creado por Eduardo Mendoza en los primeros años noventa. Gurb es mucho más absurdo e hilarante que el faquir, en mi humilde opinión. Por cierto, el final está más que cantado desde la página ochenta.
Lo que no me gustó nada es la parte sería, por llamarla de algún modo. El autor aborda el tema de la inmigración acudiendo a todos los tópicos: expulsiones en caliente, policías inflexibles, traficantes de seres humanos etc. Eso sí, no esperemos que aparezca un abogado o un juez ni tampoco una ONG o una institución que socorra a los inmigrantes sin papeles. Son muy reveladores el futuro profesional del agente Simpson y el lacrimoso y efectista final del chico al que Dhjamal intenta ayudar en Libia; si dejar caer un billete de 500 € a alquien qu está en el suelo puede llamarsr así. Otro problema que a mí se me plantea el de la “estupendez”, perdón por el palabro, vamos que para el autor ¡To er mundo é güeno!. ¿ O a lo mejor no?. El libro nos pinta a los gitanos en general- aparecen gitanos franceses, españoles e italianos- como una especie de organización criminal capaz de perseguir a una persona por media Europa por una estafa de 100 € a uno de sus miembros, gente que vive en caravanas, que engañan a pobres extranjeros y que por si no fuese suficiente celebran sus bodas en vertederos de basura. Eso esta un poquito feo para un libro “concienciado” y tan “buenista”, tan… ¿no?.
P.S. Actualmente hay en cartel versión cinematográfica titulada: De la India a París en un armario de Ikea.
Sé el primero en comentar