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Soy un camino que no tiene destino, una estrella apagada*

  • Siempre he pensado que cada libro requiere un estado de ánimo. De igual manera que en verano nos apetece leer  libros de puro entretenimiento, que nos relajen o de «simple» divertiento. También podemos dedicar una semanita a leer algo más profundo que nos haga pensar, para eso tenemos el tiempo entre baños, paellas y paseos,. Ahora  que no vamos a vivir entre atascos, las notas de los chicos, hipotecas, el trabajo… Hoy os propongo El desierto de los tártaros  de Dino Buzzati. Breve pero intenso.

 

El libro nos cuenta las aventuras del teniente Giovanni Drogo, un oficial que recibe su primer destino en un puesto avanzado en la frontera del norte, la fortaleza Bastiani. Y hacia allí se dirige con la esperanza de alcanzar la gloria militar en un lugar siempre pendiente de la amenaza del enemigo. Pero el anhelo de una hoja de servicios distinguidos y de reconocimientos ganados en el combate darán paso a la rutina de la vida cotidiana. Una vida de guarnición, solo dignificada por el ceremonial castrense, que se prolongara primero meses, luego años,  después lustros y finalmente décadas. El tiempo pasa rá vigilando el paramo hostil, ¿la propia vida?

 

La novela no tiene un arranque fácil y hay momentos al principio que se nos atraganta. Nos pasa un poco como a los maratonianos, el famoso muro del kilometro 32 o a los debutantes de la NBA con el no memos famoso “rookie wall”. Si aguantamos ese umbral del dolor, alcanzaremos la meta. Unos la pancarta, otros la post temporada y nosotros –los lectores-, el disfrute de un libro lleno de interpretaciones, de niveles de lectura. Pero siempre hermoso en la forma y con tantas interpretaciones como lectores.

 

Personalmente os diré que me he leído el libro tres veces –casi tantas como “La Colmena o Cien años de soledad-. Cada una de las lecturas en una etapa de mi vida unas joven otras menos, unas feliz otras jodido, perdón. Supongo que como Drogo espero a los tártaros, a saber quiénes son y cuando vendrán. En cualquier caso llegan tarde.

 

Buzzati nos plantea grandes enigmas: el paso del tiempo, la obsesión que llega a convertirse en deseo, el heroísmo absurdo pero necesario, el acecho de un enemigo nunca visto, la camaradería falsaria, la incapacidad para reintegrase en la antigua normalidad –la familia, la ciudad, las viejas amis1tades-.

 

Los oficiales de la Bastiani como en cualquier sitio son muy diferentes entre sí, unos buenos, otros malos, otros Regulare y otros del Tercio – lo siento pero tenía que meter el chascarrillo-. Drogo se convierte en Ortiz. Angostina redime a todos con su absurda y heroica muerte. Y por encima de todos destaca, por su bajeza, el Teniente Simeoni. La ruindad de uniforme, pero al fin y al cabo la ruindad.

 

Otro de los temas a tener en cuenta en El desierto de los tártaros es el de los sueños. Unas ensoñaciones inquietantes, a medio camino entre las del magistral Kafka o las del gran Joseph Conrad. Javier Cercas publicó en el  diario El País un articulo muy interesante sobre este tema, si queréis leerlo -pinchad aquí-. En mi opinión los sueños que Buzzatin nos cuenta son la sublimación onírica, casi lisérgica de de un mundo ya de por si delirante como el de la fortaleza, una suerte de Macondo cuartelero.

 

Por último os planteo una duda que me asalta cada vez que car el libro en mis mamos. ¿Por qué las tres muertes que nos cuenta el libro, ocurren fuera de los muros de la fortaleza?.. ¿Tal vez sea porque la tropa de la guarnición no esté realmente viva, o quizá por qué en la fortaleza no vive nadie salvo la obsesión? Por favor leedla y seguro que tendréis una opinión distinta.

 

Como siento que hace bastantes líneas el post se me ha escapado de las manos y se ha convertido en una especie de ensoñación a caballo entre lo cultureta –odioso neologismo- y lo cursi. Os dejo un sugerencia, leed Esperando a  os barbaros de Constantino Cavafis  – aquí os lo lee J.M. Pou-un poema que en muy pocos versos nos explica lo que siente Drogo y sus compañeros de armas, con la peculiaridad que el griego lo hizo bastante antes de la publicación del libro de Buzzati.

*Cecilia -11/10/1948 – 02/08/1976-

One Comment

  1. Carlos Rosa Carlos Rosa 12 agosto, 2018

    Interesante disertacion que din haber leido,aun,el libro a mi me ha despertado extraño que quizas podria definir como.»añoranza de la soledad».
    En un Mundo como el actual quizas deberiamos dedicar tiempo a construir esa fortaleza en la que refugiarnos y esperar enemigos inexistentes de los que seguro que existen.
    A por el libro y muchas gracias por hacerme pensar.No es asunto baladí porque fuera de la Fortaleza a veces es dificil hacerlo….

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