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Un libro con varias lecturas.

Hola a todos, hace algo más de un mes Haruki Murakami, el eterno aspirante al Nobel, le fue concedido el  Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023. Si soy sincero, aunque solo haya leído un par o tres de sus obras, esté autor japonés me parece demasiado complejo, Es un autor que despierta filias y fobias que tiene seguidores incondicionales y detractores furibundos, personalmente nos soy ni de los unos ni de los otros, simplemente no me atrae. Pero como una cosa lleva a la otra me puse a vagar por internet y me encontré con: El Samurái de Shusaku Endo y no sé muy bien porque me puse a leerlo. Aquí os dejo mis impresiones.

A finales de 1613 Rokuemon Hasekura es un samurái perteneciente a una familia venida a menos de la pequeña nobleza japonesa, que sobrevive a duras penas en un feudo casi estéril y que añora recuperar las posesiones más ricas y fértiles que un día pertenecieron a su familia. Cuando Hasekura es llamado por su señor, parece que este sueño puede hacerse realidad si cumple la misión que este le encomienda. Esta no es otra que embarcarse con otros tres samuráis, un grupo de comerciantes y un misionero español hasta Nueva España con la intención de establecer el comercio entre la América Española y Japón. Este viaje no sólo le llevara a México, España e Italia si no que transformara su vida.

Lo que me ha llamado poderosamente la atención de esta novela es que puede tener muchas lecturas, dependiendo del enfoque que el lector quiera darle o del aspecto que más le pueda interesar. Habrá quien quiera leer una novela histórica basada en un hecho bastante desconocido. Otros buscaran un libro  sobre el poder y como actúa sobre las personas, algunos más que les atraigan las diferencias culturales entre la civilización occidental y la oriental. Incluso los hay que podrán leer El Samurái en clave religiosa. Pues bien: todos estarán leyendo una novela estupenda.

Los personajes principales Hasekura y el Padre Velasco están magníficamente creados y los secundarios también. Tanto el Franciscano como el Samurái tienen una meta en sus vidas y están dispuestos a morir antes que a abandonar. Ambos son tenaces, aunque cada uno a su modo. El misionero se percibe como un soldado que debe imponer su Fe a cualquier coste y el guerrero japonés esta educado para servir a su señor y esperar su recompensa. ¿En el fondo ambos no creen en lo mismo?

Después de leer El Samurái a mí se me agolparon muchas preguntas y como uno es un pelín vago tiro de Google. Aunque no sea lo más fiable del mundo encontré algunas respuestas, que me ayudaron a comprender el  libro en la faceta que más me interesó. El autor a los 11 años se convirtió al catolicismo, poco menos que a la fuerza, fue de los primeros estudiantes que tras la II Guerra Mundial viajó a Europa para ampliar estudios. Y al que como su personaje en la obra: Hasekura, la imagen del Crucificado le produce una aversión física desde el primer momento para ir poco a poco cambiando su actitud.

Sinceramente os  digo que este es un libro muy interesante, con independencia de lo que cada uno quiera extraer de él. Y sobre todo una novela maravillosamente escrita; amena, muy bien ambientada y que no trata al lector como si fuera un niño, tal vez porque se escribió en los 80. Una novela que habla de muchas cosas y que como en la carta de un restaurante cada uno elige el plato que va a comer.

Como igual os parece que me he puesto muy serio, la canción que me ha venido a la cabeza al leer El Samurái es Japón de No me pises que llevo chanclas. Que será muchas cosa pero sesuda NO.

P.S. la película Silencio dirigida por Martin Scorsese está basada en la obra del mismo nombre escritita por Shūsaku Endo. No es la mejor película del gran Scorsese.

SEÑOR PUTIN, SE LO DIGO EN MODO VERANIEGO; LE ESTA QUEDANDO MUYYY LARGO. ¿NO?

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