Después de una semana bastante ajetreada, con elecciones incluidas, vuelvo a la carga. La obra que esta semana me gustaría comentar con vosotros esta semana es: Trafalgar de José Luis Corral. Como parece obvio es una novela histórica sobre la famosa batalla naval, aunque no solo se centra en ella, si no que pretende darnos una visión más genérica de esta etapa de la historia de España. ¿Lo conseguirá? El libro ya tiene unos añitos, creo que se publicó en 2001 y forma parte de una trilogía, que raro…, junto con ¡Independencia!” y “El rey felón”.
Para un lector compulsivo de literatura sobre tema naval, un libro titulado “Trafalgar” es un imán, que te atrae como el panal a las moscas en la fábula de Samaniego. Un lector que ha devorado sin pestañear las series de Richard Bolitho, Horatio Hornblower o Jack Aubrey, además ha leído alguno de los libros protagonizados por Nicholas Ramage y no pocas de la serie de Luis M Delgado Bañon sobre la Armada Española, aparte de ser un poco·”friki” del género, está ganado para la causa del autor. . Este es mi caso.
La narración comienza con la llegada al convulso Madrid de 1804 de Francisco Faria, un joven cadete aspirante a Guardia de Corps, sobrino del todopoderoso Manuel Godoy y heredero del Condado de Castuera. Francisco hará carrera en la Guardia de Corps, espiará para su tío “el choricero”, se embarcará en la flota combinada que combatió frente a las costas gaditanas y asistirá al bochornoso espectáculo de Bayona que acabó con la invasión francesa de España y la nauseabunda trifulca dinástica entre Carlos IV y Fernando VII –dos joyas-.Es decir transcurre aproximadamente en el mismo periodo de tiempo que los tres primeros Episodios Nacionales de Galdós.
En mi opinión, parcial como he dicho, el primer tercio del libro me parece muy interesante, el alma de historiador de Corral nos narra la campaña naval y en especial la batalla de un modo ágil, creíble, con mucho ritmo y de manera muy didáctica –no en vano es catedráico-. El autor emplea términos marineros, aunque con más contención que en otras obras del género –el glosario de términos al final de la obra nos ayuda bastante-, particularmente me gusta esa jerga náutica que usa muchísimas palabras que son desconvidas para gran parte de los lectores.
Según mi parecer, quien no está a la altura es el personaje protagonista: Faria. Es un tipo plagado de contradicciones. Pero arribista siempre. En poco más de cinco años pasa de Cadete a Coronel. ¿No está mal, eh? Pero si asciende de la mano de su tío y también de la de Fernando VII. No es aventurado decir que como mínimo es un tipo sin escrúpulos, un logrero o como diría el castizo “un señorito del pan pringao”. Francisco de Faria es un personaje que duda entre absolutista y los liberales, pero en lo que no tiene problema alguno es en seguir trepando a costa de lo que sea. Sus relaciones amorosas también le retratan. Pasará de la buscona de portal a la noble heredera iniciada en las lecturas y las prácticas del Marqués Sade, sin ningún problema. Un par de mohines y un leve arrebato de rabia le bastaran para pasar de la una a la otra y de nuevo a la primera, sin ningún tipo de problema. Vamos que es un ejemplo de integridad y de criterio. La principal “virtud” de esta criatura es estar, siempre está donde ocurren los hechos, pero siempre como mero observador. Sin ir más lejos en la batalla de Trafalgar está en un navío, el San Leandro, al que los ingleses hicieron 8 muertos y 22 heridos, un barco que apenas pudo entrar en combate y el “amigo” Faria parece creer que es quien mandaba la Escuadra. Por si todo ello no fuese suficiente, este soldadito de opereta, pretende saber más de náutica que Jorge Juan, más de organizar la Armada que el Marqués de la Ensenada y más de combate naval que el Almirante Mazarredo. Me temo que en las dos novelas que conforman la trilogía dará lecciones de tenacidad a Palafox y explicará a Juan Martín Díez cómo se organiza una partida guerrillera. Resumiendo: que francisco de Faria es todo lo que no es Gabriel Araceli.
Si no sois unos devotos de la literatura naval o unos amantes de la primera serie de Los episodios nacionales de Pérez Galdós, esta novela os gustará si no… Pero es que Don Benito, es mucho Don Benito.
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