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Una gran novela que no pudo llegar a ser una gran película.

En estos días de vacaciones, frio y tedio una tarde haciendo zapping me tope con un documental sobre el director David Lean, responsable del Rio Kwai, Lawenence de Arabia o Pasaje a India, casi ´na que diría un castizo. El documental trataba sobre el ultimo proyecto en el que trabajó y que quedo en el olvido tras el fallecimiento de lean. Este proyecto era llevar al cine  Nostromo de Joseph Conrad. Como el director me interesa y el escritor también, pues me puse con el libro.

 

Esta es una de las mejores novelas publicadas en ingles de finales de SXIX y principios del XX, según muchos especialistas. Eso no quiere decir que sea una obra de fácil lectura; tanto por el ritmo, como por la extensión o por las múltiples tramas y sub tramas que en ella se desarrollan. Es un libro para leer tranquilamente, mejor en casa que en el transporte púbico, pero el esfuerzo merece la pena y disfrutaremos de una la belleza que solo se aprecia con la pausa.

 

Conrad sitúa la acción en un país imaginario de centro o sur América llamado Costaguana y en concreto en la ciudad de Sulaco. En la obra se nos cuenta la realidad de no pocas repúblicas americanas que han padecido mil y un vaivenes políticos. En este caso desde  una secesión al neocolonialismo puramente extractivo. Además de estos avatares Conrad nos cuenta la historia de la mina de plata de Santo  Tomé, fuente principal de ingresos de Costaguana y que marcará la vida de la mayoría de los personajes.

 

Las primeras 200 páginas a mi me han recordado a algunas de las obras de García Márquez en las que nos relata la vida de Sulaco y de sus habitantes, aunque realmente no ocurre nada particularmente importune. Por ellas desfilarán todos los actores de la historia. Una sociedad formada por los más diversos personajes desde los muy británicos propietarios de la mina, un viejo garibaldino, el desconcertante Doctor Monygham, revolucionarios de toda condición, aprendices de dictadores, el  sabio y viejo patriota José Avellano y su estoica hija Antonia, el periodista francés Decaud,, cutas trabucaires o trabajadores portuarios i de la mina.

 

Supongo que estaréis preguntando por el tal nostromo ¿no?.  Pues es el protagonista de la historia, el capataz de los cargadores y hombre para todo aquellos que los acomodaticios y pusilánimes “extranjeros” no están dispuestos a acometer desde lidiar con los cargadores hasta supervisar el traslado de un cargamento de plata en plena revuelta. Una especie de chico para todo de los poderosos pero a la vez respetado u querido por los más humildes. Hasta que un día dejará de hacer todo lo que se espera de él, para tomar una decisión que marcará su vida y la de otros muchos personajes.

 

Como he comentado la obra aborda no pocos temas, que pasan de la política al amor . Pero yo creo que el más importante es el de la codicia que en un momento u otro se apodera de bastantes personajes ya sean ricos o pobres. La riqueza que genera la mina llevará a la destrucción moral o física de ellos.

 

Después de leer “Nostromo” no me extraña que el director inglés pensara en ella para adaptarla a  la gran pantalla,. Es muy de su estilo larga, pausada y de una gran belleza formal, pero el resultado nunca lo sabremos.

Antes de terminar me gustaría decir que esta novela tiene más de cien años, por lo que algunas de sus líneas no se corresponden con los estándares de híper corrección  política actuales y quizá alguien pueda chirriarle. Eso que cada cual lo decida.

Un comentario

  1. Carlos Rosa Carlos Rosa 15 enero, 2019

    No he leído el libro pero creo que Nostromo refleja el mosaico de intereses y actitudes que ha sido siempre la América que está debajo del Río Grande.
    Voy a leerlo porque además del interés despertado se agradece un texto que no sea políticamente correcto en estos oscuros tiempos del GarciaFerrerisno, haz lo que te diga y no lo que yo haga, imperante.
    Gran critica Enrique.

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