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Una no reseña.

Buenas, como quien no quiere la cosa nos hemos plantado en la última semana de mayo que suele ser en la que suele empezar la Feria del Libro de Madrid. Aunque no acostumbro a visitar el Retiro en esos días, me agobian un poco las aglomeraciones de personas que deambulan sin un rumbo fijo, la Feria tiene sus puntos favorables. Por ejemplo: los libreros nos hace una rebaja del 5%, que es muy de agradecer y más con la que está cayendo. Pero lo que más me gusta es que muchas librerías sacan a la calle grandes mesas en las que venden a precio muy económico volúmenes de hace unos años que languidecen en las trastiendas. Así que si se tiene un poco de paciencia y algo de suerte podemos comprar ese libro que se nos quedó pendiente o encontramos con un autor desconocido que luego se convertirá en uno de nuestros preferidos.

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