Creo que en esta terrible pandemia, seamos sinceros, no hemos tenido un comportamiento ejemplar con nuestros mayores. En el mejor de los casos nos hemos limitado a «encerrarlos» en casa. En el peor…mejor no hablar. Así que el libro de esta semana Nosotrosen la noche de Kent Haruf. Está escrito en la última etapa de la vida del autor y protagonizada por una pareja que ya ha cumplido los setenta.
Addie Moore y Louis Water se conocen «de toda la vida». Ambos viven en un pequeño pueblo: Holt (Colorado), los dos están viudos desde hace años y viven solos en las casas que un día habitaron con sus respectivas familias. Una buen tarde ella toca a la puerta de él y mientras charla en la cocina, sin apenas preámbulos dice:» me preguntaba si querrías venir alguna vez a casa a dormir conmigo». Así será como entremos en las vidas y porque no decirlo en su cama.
Así que sí, esta es una novela romántica, muy romántica, de amor del bueno como cantaban Los Secretos. Pero mucho cuidado con creer que es una novelita cursi o sentimentaloide. Es una narración plena de sencillez y de sentimientos pero que nunca trata de arrancarnos una lágrima fácil o darnos lástima. Un libro sencillo por su estructura, por su lenguaje y por la historia que nos cuenta. Ese para mi es el mayor acierto del autor, todo es, y todos son simple y llanamente lo que parecen.
Los protagonistas son entrañables. Addie y Louis en sus múltiples charlas de dormitorio desvelarán sus respectivos pasados. Con unos matrimonios que no han sido tan modélico como los perfectos jardines de sus casitas unifamiliares. Dos vidas con sus altibajos, sus desencuentros y unas relaciones con los hijos que tampoco han sido demasiado fáciles. Cuando el autor nos muestra quienes fueron sus protagonistas lo hace a través de conversaciones y en situaciones de absoluta intimidad. Pero cuando lo que hace es describir nos a los “nuevos” Addie y Louis, lo harán siempre en público, acompañados por más personas. Y es que, ni temen ni quieren porqué preocuparse del «qué dirán». No quieren esconderse. ¿Porque?, ¿A quién molestan? Y sobre todo ¿Alguien tiene derecho a decidir sobre la vida que llevan los demás?.
De los personajes que rodean a los protagonistas yo destacaría a Ruth, una anciana vecina de ambos que comparte con ellos más de un momento entrañable. Otro personaje muy destacado es Jamie, el nieto de Addie. El chico irá a pasar un verano con su abuela y después de un principio complicado vivirá con Louis y Addie, el chaval descubrirá un mundo para él desconocido: juega al baseball, saldrá de acampada… Pero sobre todo, dará a la «pareja» la oportunidad de recuperar infinidad de de sensaciones que hacía años tenían olvidadas. Como no todo puede ser perfecto, también está Gene, el padre de Jamie. Un tipo triste y mediocre, con su vida profesional y familiar a punto de irse por el sumidero. Es una persona de esas que van dejando un rastro de mezquindad tras de sí. Un tipo cuya única finalidad en la vida es conseguir que todos los que le rodean estén tan amargados como él. Una especie de Rey Midas del rencor y el reproche.
Los libros no son como la fruta, ni se compran al peso. Hay libros muy largos que apenas nos dicen nada o que no nos llegan. Otros como Nosotros en la noche son capaces de conocernos con menos de ciento cincuenta páginas. Este libro tiene una historia real detrás, la de Kent Haruf. El autor lo escribió cuando le diagnosticaron una grave enfermedad que finalmente acabaría con su vida. En mi opinión eso se aprecia en el ritmo cadencioso de cada página, en el placer de disfrutar de las cosas sencillas de la vida. Y como no, en cómo nos va transmitiendo sentimientos, como la soledad y el amor en muy distintas facetas.
Por ponerle un pero a la novela, en este sería más correcto decir un Gene, me ha parecido que el final se precipita un poco. Como si hubiera podido alargar lo media docena de páginas más. En cualquier caso me ha parecido un pequeño tesoro.
P.S. Para los Que son más desesperarse a la película, deciros que está en Netflix y los «protas» son Jane Fonda y Robert Redford.
*When I’m Sixty Four (Lennon & McCartney).
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